jueves, 14 de febrero de 2013

Inmensidad. La otra inmensidad.

INMENSIDAD


No voy a consentir quedarme sin reír,
no guardar el color de este momento
que ya se escapa…

De alejada pureza desperté en una playa,
de mirada turquesa en el agua,
transparencia templada en la calma
que nunca imaginé.

¿Qué manos han cortado
tanto acantilado?
Un camino que baja,
me asoma y me deja ver.

Tu claridad, que abre, alumbra,
enciende, asombra,
serenidad de la que bebe cada manantial;
perplejidad que me acomete siempre
ante la inmensidad…

No voy a presentir lo que está por venir,
solo anclar la razón en el paisaje
que se regala.

La habitual rigidez se deshace en la nada,
natural desnudez me desarma;
no me importa si el habla he perdido,
me quedan los demás sentidos…

¿Qué manos han cortado….

Tu claridad, que abre, alumbra,
enciende, asombra,
serenidad, de la que bebe cada manantial,
perplejidad, que me acomete siempre
ante la inmensidad…


 La otra inmensidad 

Una percepción. Acaso una sospecha. Así llegaron las palabras proféticas que dictó el mar helado, que escribió el cielo límpido con el vuelo de las aves matinales, que, en susurros, narró el viento sobre aquella bahía con vistas a una costa interminable, ajena a toda noción de principio y fin. Así imaginé los ojos de aquella mujer, su halo, su misterio, su figura iluminada, su pequeña inmensidad.

Apenas dos meses separaron la mañana gélida, de la cálida tarde en la que sonaron las cuerdas de mi voz y mi guitarra, mientras cantaba la canción a sus oídos, apenas distraída su mirada. El aire todo lo sabía de aquella serenata; ella, en tanto, todo lo ignoraba. Los días prosiguieron en caminatas por el verde, en noches de cervezas y palabras en voz baja, en calles de un idioma por mí apenas comprendido, en risas y minúsculas confianzas, flotando en pensamientos de agua dulce, y en sueños sin dormir de piel salada. En ese tiempo cobraron su sentido esas cercanas y proféticas palabras, las dos inmensidades, el acierto del mar, el viento, el cielo límpido y las aves.

Si nunca lo supo no fue porque haya querido ocultarlo, tan solo fue por resguardar la pureza de esta canción y su mirada sobre mí. Lo pude comprender esta mañana, al hablar de temas cotidianos, escapando de inocentes amenazas.